Muchas son las estrategias que se plantean alrededor del objetivo de promover la inclusión financiera en América Latina, pero es muy poca la atención que se brinda a la educación financiera, que es un elemento clave para resaltar la importancia de la bancarización. A continuación, explicamos las razones para fomentar la educación financiera entre los clientes bancarios.
El estudio más completo a nivel mundial sobre inclusión financiera “Global Findex”, realizado por el Banco Mundial, señala que en América Latina, solo el 55% de los adultos tiene una cuenta bancaria, lo que significa que aún hay bastante trabajo por realizar en esta materia y la educación financiera es un factor clave para lograr una mayor inclusión, por las siguientes razones:
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Lograr que quienes cuentan con productos financieros, se mantengan activos: la falta de educación financiera es uno de los grandes desafíos para aumentar los índices de inclusión financiera, ya que el desconocimiento sobre el tema hace que las personas utilicen mal sus productos, se endeuden, manejen mal sus finanzas personales y desconozcan otros instrumentos financieros que están disponibles en el mercado; lo que en muchas ocasiones genera el cierre de productos y la salida del sistema financiero.
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Diseño de productos financieros acordes a las necesidades de las personas: una mayor capacitación financiera entre los clientes bancarios, permite también un mayor conocimiento de los usuarios para las entidades financieras y el diseño de instrumentos financieros que se adecúen más a la realidad de las personas, ya que otro problema para alcanzar una mayor inclusión es la desconexión entre los productos que ofrecen las entidades financieras y los que necesitan las personas.
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Desuso de los sistemas financieros informales y fortalecimiento de la banca: la falta de educación financiera se reconoce como uno de los causantes de la gran popularidad de la informalidad financiera, ya que 2 de cada 3 personas no compara los productos financieros antes de adquirirlos y por eso cae en manos de usureros y la banca informal, a pesar de sus altas tasas de interés.
Son claros los beneficios en materia de inclusión que trae para la banca la educación financiera. Por esto, es una buena estrategia de mercado apostar por iniciativas de acercamiento entre usuarios y banca que generen un mayor conocimiento para mejorar los productos y servicios que ofrece la banca y el uso que las personas hacen de estos.
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