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No hay duda de que la agilidad empresarial es uno de los requisitos básicos para que las instituciones financieras incrementen su capacidad de innovar. Más allá de Internet Banking, Mobile Banking o la integración de las redes sociales, los bancos deben prestar atención a la inclusión de metodologías que cambien puertas adentro; transformando la manera en la que trabajan e interactúan sus equipos. Es ahí donde la metodología Agile está haciendo su mayor aporte para sucursales bancarias.

Teniendo en cuenta que la competencia ahora no está geolocalizada, debido a entidades que operan internacionalmente como Paypal, Google o ApplePay, es necesario que las sucursales se renueven y optimicen la experiencia de los clientes para convertir esa interacción física en su mayor ventaja.

El método Agile ha sido adoptado durante los últimos años por los grandes bancos para adaptarse a los cambios de la era digital. Para lograrlo, han adoptado los siguientes principios:

1. Valorar más a los individuos e interacciones que a los procesos y herramientas

La metodología Agile involucra a las personas y apuesta por el feedback. Los diferentes equipos de trabajo deben encontrarse en un ambiente laboral que fomente la colaboración y por supuesto la comunicación por medio de reuniones periódicas. La falta de comunicación suele ser el principal problema al usar el sistema de jerarquía tradicional. Para promover una mejor comunicación, las empresas han adoptado estrategias que incluyen la renovación de los espacios físicos, de tal manera que den pie a la interacción directa entre los equipos. Esto produce una mejora en la moral de los empleados y un aumento de su productividad.

2. Valorar más un software que funciona que la documentación exhaustiva

Aunque en un principio no es necesaria una gran inversión tecnológica, muchas entidades bancarias la están realizando y apuestan por fuertes infraestructuras tecnológicas. El objetivo es simplificar el proceso para que la eficacia y la velocidad sean mayores, y aumentar la calidad de los trabajos. También están recurriendo a nuevas métricas para controlar el avance, riesgos y objetivos y así realizar mejoras en cualquier momento.

3.Valorar más la respuesta ante el cambio que seguir un plan

La capacidad de evolución es importante a la hora de seguir esta metodología. Reacción y adaptación a las nuevas situaciones es lo que diferencia a una sucursal ágil de una que no sigue estos principios. La división del personal en pequeños equipos ayuda a afrontar los desafíos de forma rápida y permite que se valoren y se tomen medidas con más eficiencia.

4. Valorar más la colaboración con el cliente que la negociación contractual

Este es posiblemente el valor más importante que deben apoyar las entidades bancarias y sobre todo sus sucursales. Toda la metodología está centrada en el cliente y en atender sus necesidades y es, precisamente en este ámbito, donde las sucursales bancarias tienen la mayor oportunidad de demostrar su enfoque Agile. Para mejorar este aspecto, la formación de los empleados es esencial, ya sea con su asistencia a conferencias, cursos o charlas. La formación continua es obligatoria para que el sistema funcione y las grandes empresas lo saben.

Aunque el movimiento Agile comenzó en 2001 dentro del sector del software, los valores se enfocaron desde el principio al aspecto personal del mismo. Después de casi 20 años, su base sigue siendo sólida y las tendencias que se están contemplando continúan siempre priorizando el aspecto personal de la metodología. Y, por supuesto, en un banco Agile se seguirá siempre anteponiendo las necesidades del cliente y su satisfacción al resto de los elementos.

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